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El arte del contorno: una guía para esculpir tu rostro
El contorneado es una técnica de maquillaje popular que implica el uso de sombras y luces para crear la ilusión de pómulos definidos, una nariz más delgada y una mandíbula más cincelada. Es una excelente manera de realzar tus rasgos naturales y darle a tu rostro un aspecto más estructurado y esculpido. En esta publicación de blog, le mostraremos cómo contornear como un profesional y lograr una apariencia impresionante, lista para la cámara.
Elegir los tonos de contorno adecuados
Antes de sumergirnos en los pasos del contorneado, es importante elegir los tonos adecuados para tu tono de piel. La clave es seleccionar tonos que sean uno o dos tonos más profundos que el color natural de tu piel. Puedes usar un bronceador, un polvo de contorno o incluso una base ligeramente más oscura que tu tono habitual.
Si tienes la piel clara, busca tonos cálidos y dorados. Si tienes la piel de media a bronceada, busca tonos ricos y profundos. Y si tienes la piel oscura, busca tonos fríos y cenicientos.
Paso 1: prepara tu piel
Antes de comenzar a contornear, asegúrese de que su piel esté limpia e hidratada. Aplique una base ligera o un humectante con color para igualar su cutis. Déjelo reposar durante unos minutos antes de continuar con el siguiente paso.
Paso 2: Identifique sus características
Para contornear de manera efectiva, necesitas identificar las áreas de tu rostro donde deseas crear sombra y definición. Busque los huecos de sus mejillas, los lados de su nariz y la línea de la mandíbula. Estas áreas le servirán como guía para aplicar el contorno.
Paso 3: aplicar contorno
Con una brocha de maquillaje o una herramienta de contorno, aplica el tono de contorno a lo largo de los huecos de tus mejillas, comenzando desde la línea del cabello y difuminando hacia la manzana de tu mejilla. Utilice movimientos suaves y amplios para garantizar una mezcla perfecta. Repite el mismo proceso en el otro lado de tu cara.
A continuación, aplica el tono de contorno a lo largo de los lados de la nariz, comenzando desde la punta y avanzando hacia el puente. Mezcla bien para evitar líneas marcadas.
Finalmente, aplique el tono de contorno a lo largo de la línea de la mandíbula, comenzando desde el lóbulo de la oreja y avanzando hacia el mentón. Difumina bien los bordes para crear una línea limpia y definida.
Paso 4: agregar aspectos destacados
Las mechas son una parte esencial del contouring, ya que ayudan a crear contraste y dimensión en el rostro. Usando un iluminador que sea un tono más claro que el color natural de tu piel, aplica una capa delgada a lo largo de los puntos altos de tu rostro, como la parte superior de los pómulos, el arco de Cupido, el hueso de la ceja y el centro de la barbilla.
Difumina bien el iluminador para evitar rayas o parches. También puedes agregar un resaltado sutil en las esquinas internas de los ojos y en el hueso de la ceja para iluminar tu rostro.
Paso 5: licuar, licuar, licuar
Difuminar es crucial a la hora de contornear, ya que ayuda a crear una apariencia natural y sin esfuerzo. Utilice una brocha esponjosa o una brocha para difuminar para suavizar los bordes del tono del contorno, asegurándose de que no queden líneas o transiciones marcadas.
También puedes utilizar un polvo fijador para fijar el contorno en su lugar y evitar que luzca apelmazado o pesado. Retire el exceso de polvo y pula el área suavemente para asegurar un acabado suave.
¡Y eso es!
Con estos sencillos pasos, puedes crear una apariencia hermosa y esculpida que realce tus rasgos naturales. Recuerde practicar con regularidad para encontrar los tonos y las técnicas adecuadas que funcionen mejor para su tono de piel y forma de rostro. ¡Feliz contorno!